Llegué a este libro por una nota sobre la crisis alimentaria en Venezuela en 2017, la cual no pude encontrar. El autor de esta nota hace una comparación entre la situación actual en Venezuela y cómo el gobierno está siguiendo los mismos pasos que llevaron a la Gran Hambruna ucraniana (también conocida como Holodomor) a principios de los años treinta.
Los puntos en común entre Stalin y Maduro es la preferencia que se les da a otras industria dejando a un lado al campo, no dar ningún incentivo al campesino para que produzca más, la negación de problema y culpar a las malignos extranjeros por el fracaso de su industria, haciendo creer al pueblo que se trata de una conspiración para hundir al país. Otro punto es la criminalización de las personas (tanto civiles, militares o miembros del gobierno) que estén en contra del sistema o se atrevan a criticarlo.
Volviendo al contenido Tierras de Sangre, libro que engloba las masacres ocurridas en las tierras entre Hitler y Stalin, el autor comienza hablando de la Gran Hambruna; que fue la consecuencia lógica al proceso de colectivización de las granjas que buscaba hacer de la agricultura soviética una industria parecida a una fábrica: salarios fijos, cuotas y sin propiedad privada, todo esto a la fuerza y en pocos meses. El gobierno criminalizó a todos los campesinos que hacían todo lo posible por sobrevivir a pesar de las ridículas cuotas que establecía el sistema: si un campesino no llegaba a la cuota, era castigado con una cuota más alta; para cumplir esta cuota esta persona tenía que recurrir a la venta de sus animales o entregando las semillas que iba a usar para a próxima siembra, dejando al campesino con un futuro poco prometedor. Aquellos que se rebelaban eran fusilados o enviados a trabajos forzados al gulag.
Stalin negó que existiera la hambruna, incluso declaró que los propios ucranianos morían de hambre para llamar la atención. Era tan crítica la situación que los actos de canibalismo se volvieron comunes entre las personas; era algo de lo que se sentían avergonzados, pero la única manera de sobrevivir. Se estima que durante 1932 y 1933 murieron entre un millón y un millón y medio de personas, principalmente ucranianos.
Después de este macabro episodio, llegó uno nuevo conocido como el Gran Terror, en donde Stalin comenzó a sospechar de conspiraciones internas en el partido y de una intervención polaca que buscaba destruir al gobierno. Esto llevo a fusilamientos masivos, muertes y deportaciones de cientos de miles de personas acusadas de conspirar contra el gobierno sin ninguna evidencia, pues no había pruebas de que ningún gobierno extranjero buscara eso.
A finales de los años 30s Hitler sube al poder y ve en Stalin un enemigo del que debe protegerse para cumplir sus planes expansionistas. Firman un pacto de no agresión y juntos se dividen las tierras de Polonia que invadirían casi inmediatamente. Polonia era odiada por ambos países, Alemania tenía problemas por la inmensa población judía y Stalin les tenía un odio irracional al haberlos acusado durante años de conspirar contra la URSS. Miles de personas fueron asesinadas o enviadas al gulag, unos de los objetivos principales de rusos y alemanes era terminar con la cultura polaca, por lo que encarcelaron y mataron a figuras políticas, profesores, artistas y a cualquier otro exponente intelectual polaco.
El 22 de junio de 1941 Alemania traicionaría a Rusia al poner en marcha la Operación Barbarroja, la cual buscaba apoderarse de las tierras del Este. Ucrania formaba una parte muy importante de este plan, producía una gran cantidad de alimentos que se distribuían por toda la URSS, al tomarla, se cortaría el suministro de comida y la población comenzaría a morir de hambre; de esta manera era más fácil para los nazis ocupar estas tierras y establecer un tipo de utopía en donde el Este sería un modelo agrícola alemán. Durante este proceso los judíos serían enviados más al Este, detrás de los montes Urales. Los nazis pensaban que esta guerra se ganaría a finales del otoño, pero la vasta extensión de tierra, las complicaciones en los caminos y la resistencia del ejército soviético, hicieron que la guerra llegara al invierno, para el que no estaban preparados los soldados nazis.
Al verse frustrado su plan de expansión en tierras soviéticas, los alemanes se enfocaron a una tarea que sí podían hacer: eliminar a los judíos. En su expansión por las tierras bálticas, Alemania se encontró a Lituania como un aliado, gracias al tratado Mólotov-Ribbentrop recuperó a Vilnius de Polonia (antigua capital lituana con gran población judía) y al llegar los alemanes, cooperó voluntariamente con la eliminación de los judíos esperando quedar en buenos términos y conseguir su independencia de la URSS, lo cual no sucedió.
Chelmno, Belzec, Sobibor, Treblinka, Majdnek, Auschwitz fueron los campos de concentración nazi establecidos en Polonia, ahí se enviaban a los polacos rebeldes y judíos, principalmente, en medida que se daban cuenta de que era muy difícil vencer a la URSS, comenzaron a mandar cada vez a más judíos para al menos cumplir uno de los planes del régimen nazi: la eliminación de los judíos. La URSS contaba con una población muy grande, tal vez no estaba preparada para la guerra, pero sus números le permitían reemplazar las bajas de su ejército.
En Polonia la situación era crítica, los nazis descargaban la frustración de no poder seguir obteniendo territorios contra civiles polacos judíos y no judíos. Comenzaron a hacerse organizaciones civiles de resistencia, lo que generó una guerra de guerrillas en las ciudades y sus alrededores; muchos judíos organizaron y participaron en estos grupos.
Las fuerzas rusas iban ganando territorios al Oeste e iban "liberando" a ciudades ocupadas por los nazis para establecer sus propios gobiernos con polacos simpatizantes al régimen stalinista. Parecía que la guerra estaba llegando a su fin, la resistencia polaca liderada por el Ejército Nacional (Armia Krajowa) se organizó para atacar a los alemanes al mismo tiempo que se tenía pronosticada la llegada del Ejército Rojo a la ciudad de Varsovia. El Levantamiento de Varsovia inició el 1 de agosto, los polacos lucharon contra los alemanes que ocupaban la ciudad y se vieron traicionados por los rusos, quienes sin ningún motivo se detuvieron a las afueras de la ciudad; para Stalin era más conveniente llegar a un país debilitado y sin rebeldes, probablemente esta fue una de las causas por las que decidió no intervenir y contribuir indirectamente a la muerte y captura de miles de polacos que no pudieron vencer a un bien armando ejército nazi.
Varias semanas después, el Ejército Rojo expulsó a los nazis de Varsovia, continuó presionando hasta llegar a Alemania y terminar la guerra en Europa.
Las historias dentro de lo que el autor llama "Tierras de sangre" son muy pocas después de la Segunda Guerra Mundial, habla un poco del dilema judío en Polonia y la URSS, sobre quiénes eran las víctimas los liberadores y la identidad de los judíos después de que se fortalecieron sus lazos con Estados Unidos y se creó el estado de Israel.
Los puntos en común entre Stalin y Maduro es la preferencia que se les da a otras industria dejando a un lado al campo, no dar ningún incentivo al campesino para que produzca más, la negación de problema y culpar a las malignos extranjeros por el fracaso de su industria, haciendo creer al pueblo que se trata de una conspiración para hundir al país. Otro punto es la criminalización de las personas (tanto civiles, militares o miembros del gobierno) que estén en contra del sistema o se atrevan a criticarlo.
Volviendo al contenido Tierras de Sangre, libro que engloba las masacres ocurridas en las tierras entre Hitler y Stalin, el autor comienza hablando de la Gran Hambruna; que fue la consecuencia lógica al proceso de colectivización de las granjas que buscaba hacer de la agricultura soviética una industria parecida a una fábrica: salarios fijos, cuotas y sin propiedad privada, todo esto a la fuerza y en pocos meses. El gobierno criminalizó a todos los campesinos que hacían todo lo posible por sobrevivir a pesar de las ridículas cuotas que establecía el sistema: si un campesino no llegaba a la cuota, era castigado con una cuota más alta; para cumplir esta cuota esta persona tenía que recurrir a la venta de sus animales o entregando las semillas que iba a usar para a próxima siembra, dejando al campesino con un futuro poco prometedor. Aquellos que se rebelaban eran fusilados o enviados a trabajos forzados al gulag.
Stalin negó que existiera la hambruna, incluso declaró que los propios ucranianos morían de hambre para llamar la atención. Era tan crítica la situación que los actos de canibalismo se volvieron comunes entre las personas; era algo de lo que se sentían avergonzados, pero la única manera de sobrevivir. Se estima que durante 1932 y 1933 murieron entre un millón y un millón y medio de personas, principalmente ucranianos.
Después de este macabro episodio, llegó uno nuevo conocido como el Gran Terror, en donde Stalin comenzó a sospechar de conspiraciones internas en el partido y de una intervención polaca que buscaba destruir al gobierno. Esto llevo a fusilamientos masivos, muertes y deportaciones de cientos de miles de personas acusadas de conspirar contra el gobierno sin ninguna evidencia, pues no había pruebas de que ningún gobierno extranjero buscara eso.
A finales de los años 30s Hitler sube al poder y ve en Stalin un enemigo del que debe protegerse para cumplir sus planes expansionistas. Firman un pacto de no agresión y juntos se dividen las tierras de Polonia que invadirían casi inmediatamente. Polonia era odiada por ambos países, Alemania tenía problemas por la inmensa población judía y Stalin les tenía un odio irracional al haberlos acusado durante años de conspirar contra la URSS. Miles de personas fueron asesinadas o enviadas al gulag, unos de los objetivos principales de rusos y alemanes era terminar con la cultura polaca, por lo que encarcelaron y mataron a figuras políticas, profesores, artistas y a cualquier otro exponente intelectual polaco.
El 22 de junio de 1941 Alemania traicionaría a Rusia al poner en marcha la Operación Barbarroja, la cual buscaba apoderarse de las tierras del Este. Ucrania formaba una parte muy importante de este plan, producía una gran cantidad de alimentos que se distribuían por toda la URSS, al tomarla, se cortaría el suministro de comida y la población comenzaría a morir de hambre; de esta manera era más fácil para los nazis ocupar estas tierras y establecer un tipo de utopía en donde el Este sería un modelo agrícola alemán. Durante este proceso los judíos serían enviados más al Este, detrás de los montes Urales. Los nazis pensaban que esta guerra se ganaría a finales del otoño, pero la vasta extensión de tierra, las complicaciones en los caminos y la resistencia del ejército soviético, hicieron que la guerra llegara al invierno, para el que no estaban preparados los soldados nazis.
Al verse frustrado su plan de expansión en tierras soviéticas, los alemanes se enfocaron a una tarea que sí podían hacer: eliminar a los judíos. En su expansión por las tierras bálticas, Alemania se encontró a Lituania como un aliado, gracias al tratado Mólotov-Ribbentrop recuperó a Vilnius de Polonia (antigua capital lituana con gran población judía) y al llegar los alemanes, cooperó voluntariamente con la eliminación de los judíos esperando quedar en buenos términos y conseguir su independencia de la URSS, lo cual no sucedió.
Chelmno, Belzec, Sobibor, Treblinka, Majdnek, Auschwitz fueron los campos de concentración nazi establecidos en Polonia, ahí se enviaban a los polacos rebeldes y judíos, principalmente, en medida que se daban cuenta de que era muy difícil vencer a la URSS, comenzaron a mandar cada vez a más judíos para al menos cumplir uno de los planes del régimen nazi: la eliminación de los judíos. La URSS contaba con una población muy grande, tal vez no estaba preparada para la guerra, pero sus números le permitían reemplazar las bajas de su ejército.
En Polonia la situación era crítica, los nazis descargaban la frustración de no poder seguir obteniendo territorios contra civiles polacos judíos y no judíos. Comenzaron a hacerse organizaciones civiles de resistencia, lo que generó una guerra de guerrillas en las ciudades y sus alrededores; muchos judíos organizaron y participaron en estos grupos.
Las fuerzas rusas iban ganando territorios al Oeste e iban "liberando" a ciudades ocupadas por los nazis para establecer sus propios gobiernos con polacos simpatizantes al régimen stalinista. Parecía que la guerra estaba llegando a su fin, la resistencia polaca liderada por el Ejército Nacional (Armia Krajowa) se organizó para atacar a los alemanes al mismo tiempo que se tenía pronosticada la llegada del Ejército Rojo a la ciudad de Varsovia. El Levantamiento de Varsovia inició el 1 de agosto, los polacos lucharon contra los alemanes que ocupaban la ciudad y se vieron traicionados por los rusos, quienes sin ningún motivo se detuvieron a las afueras de la ciudad; para Stalin era más conveniente llegar a un país debilitado y sin rebeldes, probablemente esta fue una de las causas por las que decidió no intervenir y contribuir indirectamente a la muerte y captura de miles de polacos que no pudieron vencer a un bien armando ejército nazi.
Varias semanas después, el Ejército Rojo expulsó a los nazis de Varsovia, continuó presionando hasta llegar a Alemania y terminar la guerra en Europa.
Las historias dentro de lo que el autor llama "Tierras de sangre" son muy pocas después de la Segunda Guerra Mundial, habla un poco del dilema judío en Polonia y la URSS, sobre quiénes eran las víctimas los liberadores y la identidad de los judíos después de que se fortalecieron sus lazos con Estados Unidos y se creó el estado de Israel.
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